Considerada como un problema de salud pública por su capacidad de producir epidemias y pandemias, la influenza es un virus que ha estado presente en la vida del ser humano desde tiempos inmemoriales.
Una de sus infestaciones más fuertes fue entre 1918 y 1919, cuando causó más de 550 000 muertes en los EE. UU. y más de 20 millones de fallecidos en todo el mundo.
La influenza incide en el aumento de la demanda en cuanto a la atención extra e intrahospitalaria, puesto que causa un número considerable de contagios, de ahí la importancia de estar alerta y aplicar medidas preventivas.
El jefe de Consulta Externa en la Policlínica “Presidente Remón”, de la Caja de Seguro Social, Dr. Ricardo Torres Castillo, informó que la influenza es una enfermedad viral e infecciosa, de la cual circulan los tipos A, B y C.
Detalló que los síntomas respiratorios incluyen tos, dolor de garganta y secreción o congestión nasal; mientras que los sistémicos generalmente son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, malestar general y mialgia (dolor que afecta a uno o varios músculos del cuerpo).
No obstante, agregó que pueden registrarse otras sintomatologías menos comunes, como los vómitos y diarrea, que se manifiestan especialmente en niños.
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Sobre las formas de contagio resaltó el galeno que quienes contraen la influenza pueden infectar con el virus a otras al toser o estornudar.
Explicó que las gotitas que se desprenden de la persona enferma que tose, estornuda o habla pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca, las cuales pueden inhalarse y depositarse en los pulmones.
El doctor Torres confirmó que existen otras formas de contraer la influenza, como, por ejemplo, al tocar picaportes, mesas o estrecharle la mano a una persona infectada, para luego de ese apretón, pasarse la misma por la boca o la nariz.
Entre los mayores grupos de riesgo está la población infantil, las embarazadas, adultos mayores y personas de todas las edades con patologías crónicas.
«La mayoría de las personas que se enferman gravemente son mayores de 65 años o tienen una condición prexistente, como embarazo, diabetes, asma y enfermedades cardiacas o renales. Los niños menores de cinco años también corren más riesgo de enfermarse gravemente a causa de la influenza», afirmó.
Gran parte de los infectados pueden contagiar a otros, desde un día antes de que se manifiesten las señales de la enfermedad hasta siete días después de que se revelen los síntomas.
Las personas gravemente enfermas y los niños pequeños pueden llegar a contagiar en periodos más largos de tiempo.
El doctor Torres, quien cuenta las especialidades de farmacoterapia y farmacovigiliancia, reconoció que, actualmente, en nuestro país hay una variedad de virus respiratorios; los cuales, dependiendo del tipo de población al cual infecten, pueden generar complicaciones graves, que pudieran llevar hasta la muerte.
En atención a ello -subrayó- no se recomienda la automedicación en poblaciones de riesgo, y en su lugar, acudir de manera temprana a recibir atención médica.
Enunció que entre las medidas de prevención primaria está la aplicación de la vacuna contra la influenza, por ser la forma más eficaz de evitar complicaciones graves, al producir anticuerpos protectores.
Otras acciones fáciles de aplicar son el evitar las aglomeraciones y cubrirse la nariz y boca al toser o estornudar.
Es indispensable practicar hábitos de higiene como el lavado constante de manos con agua y jabón, lo que ayuda a controlar el contagio, y cuyo procedimiento dura, por lo menos, 20 segundos.